Innovación para la cultura, un proyecto de transformación profunda

Aura

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Por Isabel Gil_ Directora General y Luis Vargas Santiago_ Director de Desarrollo y Nuevos Negocios. AURA auracultura.com

¿Qué es IPC?

Innovación para la Cultura (IPC) fue uno de los proyectos más retadores y transformadores en los que AURA ha trabajado desde nuestra fundación en 2014. Consistió en reunir a 25 agentes culturales del estado de Jalisco junto a personas expertas en política pública, diseño centrado en las personas y economía creativa, para formar parte de un laboratorio de talleres participativos en línea y la generación conjunta de recomendaciones de política pública para el futuro de esa entidad. IPC, como se nombra al proyecto por su abreviatura, es un esfuerzo de la Secretaría de Cultura de Jalisco y el British Council México que arrancó en octubre de 2020 y que hoy (9 de septiembre del 2021) termina su etapa 1 con la publicación de un reporte de recomendaciones y una caja de herramientas para procesos participativos.

Es uno de los primeros proyectos donde las recomendaciones para política cultural son directamente diseñadas por las ciudadanas y los ciudadanos, a través de un laboratorio participativo. Estas recomendaciones servirán al gobierno estatal para encaminar sus esfuerzos y buscar que lo que hoy aparece en papel se convierta en una realidad en materia de leyes, programas y proyectos, además de que su política cultural tome en cuenta y refleje las preocupaciones y necesidades de las personas que forman parte de la comunidad creativa y cultural.

Los próximos años serán decisivos para elevar las recomendaciones a política pública mediante el cabildeo con autoridades, legisladores y legisladoras del congreso estatal, iniciativa privada y el vibrante ecosistema cultural de Jalisco, el segundo de mayor tamaño, después del de CDMX.

¿Qué hicimos desde AURA?

AURA fue el aliado mexicano que, mediante una licitación pública, con la participación de Clorinda Romo, nuestra consultora externa en temas de política pública y participación, y el equipo base (Isabel Gil, Luis Vargas, Andrea Villers, Maricarmen Martínez, Mayra Bielma y Mónica Sandoval) desarrolló cuatro tareas fundamentales del programa:

  • Generar un briefing report o reporte de investigación sobre la historia de la política pública en cultura en México y Jalisco, su estado actual, marcos legislativos y retos más importantes. Este reporte sirvió como marco de referencia para los talleres en línea que integraron la fase del laboratorio.
  • Entrevistas a alrededor de 27 agentes clave en el estado acerca del panorama cultural, los procesos y casos exitosos de participación ciudadana y los retos de la descentralización de la cultura más allá de la zona metropolitana de Guadalajara. Las opiniones recabadas nutrieron el trabajo del laboratorio y el reporte final.
  • Generar y coordinar una convocatoria pública para participantes que permitiera integrar un grupo de 25 personas que fuera plural, incluyente, multidisciplinario y reflejara la diversidad territorial y riqueza artística del estado.
  • Acompañar la facilitación de los cuatro talleres del laboratorio con las 25 personas seleccionadas.
  • Sistematizar la información recabada de los talleres para la redacción del white paper o reporte final que recoge las recomendaciones obtenidas en el laboratorio y las entrevistas realizadas.

A lo largo de este proceso fuimos acompañados por un aliado británico, el despacho de diseño STBY, que se encargó de diseñar la metodología participativa centrada en las personas que implementamos durante los 4 talleres del Laboratorio de IPC y de reunir los aprendizajes de IPC en una caja de herramientas que sirva para replicar en otros contextos y sectores, procesos semejantes de participación ciudadana. Además, nos tocó colaborar de cerca con personas expertas de Reino Unido y México que apuntalaron agendas fundamentales para el proyecto como la EDI -equidad, diversidad e inclusión-, la de la economía creativa, la de participación ciudadana y la de política pública.

¿Qué aprendimos?

Los aprendizaje de IPC son enormes, pero si tuviéramos que resumir los más importantes diríamos que aprendimos a escuchar y trabajar con otros y otras de formas inéditas y transformadoras. Por un lado, aprendimos a trabajar en equipo tomando en cuenta la colaboración a distancia a través de plataformas tecnológicas como Zoom y el pizarrón colaborativo Miró. Aprendimos a colaborar considerando diferencias no sólo de trayectorias y bagajes muy distintos, sino de idiomas y capacidades diferentes. Al mismo tiempo se hablaba en inglés, español y lenguajes de señas, se utilizaban subtítulos, chats y otras herramientas para auxiliar la participación de compañeros y compañeras con barreras auditivas o de visión. Esto implicó asumir ritmos distintos, generar marcos de empatía y una conversación a varias voces que fue encontrando su propio cauce gracias a la actitud colaborativa de todas las personas involucradas.

En IPC aprendimos que la agenda EDI no es algo accesorio o retórico, sino que puede ser un referente para encontrar nuevas formas de encuentro, descubrimiento de la diferencia y colaboración genuina en un país cada vez más polarizado.

También aprendimos a tomar lo mejor de dos, tres o cuatro mundos. La experiencia de compañeros y compañeras de los municipios de Jalisco, sumada a la de las personas de Guadalajara, Ciudad de México y las británicas fue una ecuación que produjo riqueza y una multiplicidad de puntos de vista al proyecto.

IPC también nos legó la importancia del trabajo centrado en las personas. Más allá de las autoridades y los programas en una lógica de arriba hacia abajo, la fuerza de IPC estuvo en la escucha atenta a las necesidades de muchas personas y comunidades que día a día hacen la cultura, viven de ella o la consumen. A la mitad del proyecto, IPC enfrentó un cambio de la titular de la Secretaría de Cultura de Jalisco. Pese a ello, el proyecto se desarrolló de forma exitosa gracias a que el motor y sentido del programa estaba en las y los participantes mismos.

Por último, podemos decir que IPC hizo claro que la política pública debe estar al centro del trabajo de las comunidades para hacer valer nuestro derecho de acceso a la cultura, presupuestos dignos para nuestro trabajo y garantizar proyectos y programas inclusivos y que den cuenta del abanico diverso de identidades grupales e individuales que integran nuestra sociedad.

¿Qué sigue para nosotros?

Nos encantaría poder participar en las siguientes etapas de IPC y acompañar el proceso que llevará a las recomendaciones del White Paper a convertirse en una realidad para todas las personas de Jalisco. Y mientras ponemos esta intención en papel, asumimos el compromiso de que los aprendizajes de IPC se quedarán en el corazón de la visión de AURA de seguir transformando las realidades del mundo, particularmente de América Latina, a través de experiencias creativas. Ahora estamos trabajando en otros proyectos de consultoría y generación de contenidos que seguirán contribuyendo a democratizar el acceso a la cultura y abonando a un mejor bienestar social. De estos proyectos, les iremos contando en las próximas colaboraciones que publiquemos por este canal.

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Written by Aura

Transformamos discusiones y realidades del mundo a través de experiencias de lo sensible.

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